Historia Romería de Tomelloso
El origen, la historia y la antigüedad de la celebración de la fiesta de la Romería en Tomelloso
La primera romería en honor de la Stma. Virgen de las Viñas se celebró el día 7 de mayo de 1944, en plena estación primaveral. El título de la Patrona como Virgen de las Viñas, siguiendo la tradición mariana, muestra que la vid no solamente se vincula en Tomelloso a la economía, sino también al ámbito religioso simbolizado por la patrona celestial del lugar. La primera romería fue llamada romería del Agua, pues llovió a cantaros, lo que se atribuyó a la acción mediadora de la Virgen, por los ruegos hacia ella con el fin de que lloviera en una zona afectada por grandes sequías.
Como me dijo un lugareño en una entrevista de campo: “La salida de la Virgen fue nada más y nada menos que para pedir la lluvia, ese es el motivo. Los tomelloseros se dice que a la Virgen la sacaron para pedir la lluvia, porque hay muchos pueblos en España…., el sacarla, el traerla y sacarla al campo era para pedir la lluvia y se dice que la Virgen atendió la petición del pueblo y rara es la romería que no llueve. Entonces cuando llueve dicen los de Argamasilla, cuando llega la Romería, pues es el mismo día la Romería de Argamasilla y la Romería de Tomelloso, es el mismo día, los argamasilleros, los de Argamasilla, cuando sacan a la Virgen y normalmente muchos años llueve, ellos dicen ya han sacao a la borracha, porque se llama la Virgen de las Viñas, lo dicen de broma, la borracha significa que ya habían sacao a la Virgen… la petición era esa, llevarla y traerla, y sacarla por el campo con ese fin, pedir la lluvia para los campos”.
Podemos hablar de la existencia de una fe común en la acción benefactora de la Virgen en base a una serie de creencias religiosas muy extendidas por diferentes lugares sobre los poderes extraordinarios de Vírgenes y Santos para hacer frente a determinados males de la naturaleza, como son las sequías, reclamando la lluvia necesaria para el crecimiento y germinación de los sembrados que son la base de la economía.
El culto en origen a esta advocación mariana de la Virgen María contemplaba como principal petición/solicitación la protección de sus “hijos” y de sus tierras, regándolas con el agua caída del cielo benefactor. Son los llamados ritos simbólicos de solicitación que se focalizan en torno a una imagen que es la representación material de la divinidad. Rituales o ritos que en el caso de la Virgen de las Viñas y las peticiones hacia ella se transforman en ruegos en modalidad peticional y de conjuro (rogativas).
Rogativas hacia la Virgen para que riegue los campos ya que la actividad económica principal de la localidad está vinculada al cultivo de la vid, cuyo periodo de expansión se produjo a mediados del siglo XIX que coincide con el gran despegue económico y demográfico de Tomelloso. Sin embargo, cuando más evolucionó aquel fue en el último lustro del siglo XIX, al aprovechar la coyuntura de la caída de las viñas francesas a causa de la maligna enfermedad de la filoxera.
Entonces los tomelloseros se dedicaron de lleno a plantar viñas en sus tierras, tanto en su propio término municipal como en los de los pueblos colindantes. En el siglo XX su crecimiento llegó a ser el más acelerado de la provincia. Testigos de su pasado inmediato son la multitud de cuevas-bodegas existentes en la casi totalidad de sus casas. Cuevas que son una seña de identidad de esta localidad.
En Tomelloso, la imagen de la Stma. Virgen de las Viñas simboliza la riqueza de la vid que se obtiene a través de la actividad de la vendimia. De hecho, la Virgen sostiene un racimo de uvas blancas y el Niño –o “Niñete”, como le llaman cariñosamente los tomelloseros- que la acompaña un racismo de uvas negras.
Se eligió con acierto a esta advocación de la Virgen María que llegó por ferrocarril a Tomelloso la tarde-noche del 7 de septiembre de 1942, a iniciativa del entonces párroco de la Asunción de Nuestra Señora (Iglesia de la plaza del pueblo, para los tomelloseros) don Agustín Moreno Luján.
Cuando don Agustín Moreno Luján llegó a Tomelloso en el año 1939, destinado como cura ecónomo en esta localidad, en su agenda pastoral figuraba, en lugar preferente, el deseo de proveer a sus feligreses o parroquia del protector Celestial de que carecían, y fomentar en ellos la devoción y amor a la Virgen María.
La Virgen hizo su entrada oficial en la ciudad de Tomelloso (Tomelloso es ciudad desde el año 1927) en la noche del 10 de septiembre, concretamente a las 12 de la noche, saliendo de la bodega de D. Pedro Cuesta y Vd. ª de Juan Cuesta, donde había sido bendecida. La procesión estuvo presidida por el presidente de la Excma. Diputación. D. Carlos Calatayud Gil, quien ostentaba la representación del Sr. Gobernador Civil. Se trataba del segundo día de la Feria y Fiestas, que en aquellos años se celebraban del 9 al 16 de septiembre, dedicándose el día 10 de septiembre a la Virgen de las Viñas.

Se celebró la feria en su honor con una santa misa por la mañana a las nueve y procesión a las siete de la tarde, conservándose el programa oficial de ferias y fiestas, prologado con la presentación de la Virgen a cargo de su introductor, don Agustín Moreno Luján.
No fue, sin embargo, hasta el año 1944, concretamente el 16 de agosto de ese año, cuando el Sr. Obispo D. Emeterio Echevarría Barrena, decretó el nombramiento oficial de la Santísima Virgen de las Viñas como Patrona de Tomelloso, nombramiento este que previamente había sido solicitado a la Santa Sede. El obispo de Ciudad Real, don Emeterio Echevarría Barrena, nombra también en septiembre 1944 la constitución de la Hermandad de Nuestra Señora la Virgen de las Viñas (El documento está en el Museo de la Virgen de las Viñas en el paraje Pinilla que es un altozano arboleda a unos 4 kilómetros de la localidad donde se celebra anualmente la Romería en honor a la Stma. Virgen de las Viñas), que es quien organiza la Romería. El paraje de Pinilla es propiedad de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, como me dijo un integrante de la Junta directiva de dicha Hermandad: “Pinilla es propiedad de la Hermandad, el terreno fue donado por una familia de Murcia”.
En concreto desde el 30 de diciembre de 1927, cuando por real decreto publicado en la Gaceta de Madrid, deja de ser Villa pasando a ser ciudad
Posteriormente, en el Santoral, la festividad de la Virgen de las Viñas aparece el 12 de septiembre.
El paraje de Pinilla es un yacimiento arqueológico de extraordinaria importancia, pues data del paleolítico, lo que lo convierte en sumamente atractivo.